Desde la niña que soñaba con construir un robot hasta la “Mujer Tecnóloga y Científica” en la que se convirtió tras la obtención del Premio Ada Byron 2021, el camino de Fiorella Haim por el mundo de las ciencias es amplio y fascinante. Nuestra exalumna es ingeniera electricista, Master of Sciences de la Universidad de Maryland, Gerenta General del Plan Ceibal y este año cumplió 20 como docente universitaria. Conocela aquí.
¿Cuándo nace tu interés por las ciencias y la tecnología? ¿Recordás algún momento o alguna etapa en especial?
Desde chica siempre me gustó la matemática, en algún momento en 3ero o 4to de escuela soñé con construir un robot que ordenara mi cuarto, pero no identifico un momento en especial.
¿Cuáles son las mayores satisfacciones que te ha dado tu trabajo en Plan Ceibal, en donde has pasado por diferentes roles en los últimos 14 años?
Sí, ¡ya casi 15! En Plan Ceibal estoy desde su creación. Por suerte es un trabajo que me da grandes satisfacciones muy seguido, las principales sin dudas vinculadas al trabajo de estudiantes y docentes: cuando son reconocidos internacionalmente, cuando veo los proyectos que hacen a partir de la integración de tecnología. Por supuesto también cuando logramos resolver problemas complejos, algunos hitos fueron la puesta en funcionamiento del WIFI en las primeras escuelas, el desarrollo del software de gestión para los equipos, la instalación de la red de videoconferencia, el lanzamiento de los programas de Ceibal en inglés, Pensamiento Computacional, Red Global. Recientemente se estrenó el documental Soñar Robots de Pablo Casacuberta, creo que es una linda oportunidad para ver el trabajo en robótica de estudiantes del interior del país.
En octubre ganaste el Premio Ada Byron 2021 a la Mujer Tecnóloga de Uruguay. ¿Qué significa para vos este reconocimiento?
Es un gran honor, principalmente porque fue otorgado en forma unánime por un jurado integrado por muy prestigiosas personalidades de la ingeniería de muy diversas áreas.
El premio busca visibilizar el trabajo de las mujeres tecnólogas y científicas actuales, entre otras cosas porque el porcentaje de mujeres en estas áreas sigue siendo inferior al de los hombres. ¿Por qué sigue pasando esto? ¿Qué les dirías a las niñas que quieren dedicarse a la tecnología? ¿Y a sus familias?
Seguramente se deba a múltiples razones. Entre otras, no visualizar el trabajo de mujeres en el área, o pensar que las tareas asociadas a la profesión están muy alejadas de sus intereses; cuando en realidad la ingeniería permite resolver problemas vinculados a casi cualquier área de interés. A las familias les diría que es una excelente opción pensando en la futura inserción laboral. Hoy en día hay desempleo negativo en el área de Tecnologías de la Información, y en general las áreas tecnológicas están en crecimiento, en Uruguay y en el mundo, y las principales empresas del sector saben que los equipos diversos son más creativos y generan mejores productos y soluciones. A las niñas les diría que no lo duden, es un campo donde pueden desarrollarse según sus intereses, y emprender o integrar empresas en Uruguay o el mundo.
Trabajaste en el área de la ingeniería biomédica, de las telecomunicaciones, la investigación, la electrónica, la docencia. Pero ¿cómo te definís?
En lo profesional me defino primero ingeniera, en el sentido de buscar resolver problemas técnicos en forma metódica, viable y eficiente. También me gusta mucho la docencia, en agosto cumplí 20 años como docente universitaria.
¿Qué puertas te abrió el Liceo Francés en tu camino profesional?
El entrenamiento que te da transitar por los dos bachilleratos y el método francés de enseñanza de matemáticas, y ciencias en general, facilitó luego mis estudios universitarios y me preparó para el estudio y actualización permanente, fundamental en las áreas tecnológicas (como en casi todas las áreas).